Congreso interdisciplinario:
«Racionalidad en despliegue:
Creatividad e innovación para el siglo XXI»
Convoca:
Universidad Veracruzana
- Facultad de Filosofía
- Instituto de Filosofía
Del 3 al 7 de Mayo de 2010 / Xalapa-Equez, Veracruz, México
Introducción
El mundo cambia, tanto los organismos que viven en él como las especies que determinan las posibilidades de acción en su interior. La relación entre el ser humano y este mundo cambiante exige continuamente adaptaciones en sus formas culturales y de conocimiento. Sabemos que algunas de estas variaciones ocurren de forma repentina y/o violenta, en muchos grados y niveles, y que en muchos casos, probablemente la mayoría, no ocurren transformaciones del mundo de modo premeditado y racional. No obstante, la facultad de raciocinio está lejos de ser despreciable e inútil, ha servido y sigue sirviendo para desarrollar la inteligencia humana y resolver incontables problemas de la vida, desde necesidades elementales hasta lograr importantes avances en proyectos ideales y de una fuerte raigambre espiritual. La razón sigue siendo un indicio de que podemos adquirir mayor profundidad intelectual y conocimiento de las cosas y su comportamiento. Aunque las alteraciones dentro del desarrollo del mundo parecen tener un predominante carácter irracional, no podemos abandonar la razón y sus aplicaciones sin destruir nuestra existencia. Ser o no racionales no es una cuestión de voluntad, sino de constitución y delimitación de lo humano, y es desde esa circunstancia que brota la aspiración a relacionarnos de la mejor manera racional con el mundo. No podemos seguir tratando la dimensión cultural y la natural del modo tradicional y conservador, no son esferas separadas sino confundibles, y movilizarnos dentro de su ciclo requiere de mucho ingenio, de retomar aspectos laterales, marginales o divergentes que nos permitan desplegar innovadoramente la razón, para poder determinar la creación de una nueva forma de ser más adecuada a la mudanza del presente.
Los profundos cambios debidos a la cultura del consumo, al incremento de la población mundial, al desarrollo de las telecomunicaciones y transportes, a los avances en la medicina o a la posibilidad de desarrollar cogniciones de orígenes disímiles en espacios tan próximos son sólo algunas menciones de las múltiples y complejas situaciones inéditas en la historia que afectan todas las dimensiones conocidas de la relación hombre-mundo. La razón misma se somete a juicio y tiene que innovar, no sólo operar a partir de signos dados según reglas universales y necesarias, fijas e inflexibles a todo cambio de la realidad. Nuestra época ha comprendido bien que la razón no funciona separada de la imaginación. Es preciso que el pensamiento desarrolle productos de una nueva cualidad que logre la adaptación ideal en la que se funda la supervivencia de todo ser vivo, más allá del bien o del mal, o tanto como lo indiquen.
Desde este panorama es que nace la idea de celebrar un coloquio interdisciplinario, que convoque múltiples perspectivas de un fenómeno complejo que requiere un prolongado y cuidadoso acercamiento desde ámbitos de realidad humana dispares. En este sentido, el proyecto es un medio más para optimizar la actividad teórica del presente.
Justificación
El comité propone subrayar y discutir la relación entre la racionalidad y la capacidad creadora del pensamiento humano. Esta iniciativa se encuentra dentro de una discusión más amplia en la que la racionalidad se está redefiniendo desde distintas perspectivas en miras a ser más humana, concreta, histórica y finalmente práctica. Proponemos como eje central de nuestro examen la idea de racionalidad creativa como posibilidad de ser indispensable o muy importante para participar en la construcción de los distintos tipos de conocimiento. Siendo el componente heurístico, imaginativo, analógico, innovador y resignificativo, entre otros relacionados a la creatividad, bastante valioso para enfrentar las dificultades de un presente cuya historia reciente y conocimiento de sus generalidades exigen un fuerte análisis complejo y selectivo. Se pretende unificar el aspecto heurístico del justificativo, entender de mejor manera el significado de la función analógica y de la sensible, propiciar una visión articuladora de las disciplinas, científicas y artísticas o naturales y humanas.
En este sentido el propósito es determinar si la creatividad es o no parte inherente a la razón humana, para así aportar a las discusiones en torno a la invención, la originalidad, el enriquecimiento por vía de la divergencia y la flexibilidad ante los cambios del mundo. Pero discutir si la creatividad es un producto que sea deseable producir en masa, si es un acto de un espíritu peculiarmente genial, artístico o inventivo que logre unir lo que no ha sido unido antes, o si se trata de una capacidad o habilidad a desarrollar dentro de un modelo explicativo del pensamiento humano, no es el interés principal del congreso, si bien todas estas ideas son posibles conclusiones de sus participantes. De lo que se trata es de dilucidar las conexiones entre la razón y su posibilidad de crear, innovar, optimizar y resolver problemas desde los conocimientos o dominios de distintas disciplinas. Sólo la participación de investigadores, profesores y estudiantes nutridos en lenguajes y conocimientos de diversa índole podría aproximarse a la conformación de las bases para un estudio integral y riguroso de una posible racionalidad creativa y estrechamente ligada a la imaginación.
Por estos motivos nos interesa discutir desde estudios teóricos y prácticos posibilidades y técnicas para el desarrollo de la creatividad de los individuos y esto sólo puede complementarlo un estudio de las ciencias físicas, de las artes, de las ciencias sociales y de la diversidad cultural.
La razón en tanto constructora de un mundo científico y moral, que no puede mantenerse absolutamente invariable, y cuyo cultivo promete tanto dominio como solución de problemas, así como una cantidad virtualmente infinita de descubrimientos, posibilidades sorprendentes y crítica, en un mundo complejo como el nuestro requiere atender las apariciones y ausencias de la creatividad, dentro de las ciencias y de las artes.
De la misma manera, el pensamiento tiene que actualizar sus modalidades de acercamiento y comprensión de su origen: el llamado hombre, hoy quizá, más exactamente individuo. Esta transformación remite a la crisis de las ciencias sociales, no ya como ciencias del espíritu incapaces de legitimarse como las ciencias de la naturaleza, sino como estudios que aspiran a conocer las muchas facetas determinantes del pensamiento y de las condiciones del mismo.
También se busca ser creativos en relación a nuestros muchos encuentros con manifestaciones de lo semejante pero no idéntico, estar preparados para entender de qué forma alcanzamos a reconocernos como fuentes de verdad, a tocarnos e interactuar. Asumir la diversidad de procesos de pensamiento es una cuestión básica para desarrollar un entendimiento en nuestras situaciones sociales.
Objetivos generales
• Clarificar el sentido innovador del presente desde el acercamiento entre los diversos discursos disciplinarios, mediante el diálogo o planteamiento de algunas problemáticas actuales y centrales.
• Ofrecer un espacio para que las disciplinas puedan encontrarse y retroalimentarse.
• Propiciar una discusión interdisciplinaria para trabajar objetos que exceden los dominios de estudio particulares.
Objetivos específicos
• Experimentar con nuevos métodos de trabajo académico
• Difundir el problema de la crisis de la Modernidad
• Acercar a los estudiantes a los problemas de la actualidad ubicándose mejor en el presente desde su quehacer intelectual y práctico.
«Racionalidad en despliegue:
Creatividad e innovación para el siglo XXI»
Convoca:
Universidad Veracruzana
- Facultad de Filosofía
- Instituto de Filosofía
Del 3 al 7 de Mayo de 2010 / Xalapa-Equez, Veracruz, México
Introducción
El mundo cambia, tanto los organismos que viven en él como las especies que determinan las posibilidades de acción en su interior. La relación entre el ser humano y este mundo cambiante exige continuamente adaptaciones en sus formas culturales y de conocimiento. Sabemos que algunas de estas variaciones ocurren de forma repentina y/o violenta, en muchos grados y niveles, y que en muchos casos, probablemente la mayoría, no ocurren transformaciones del mundo de modo premeditado y racional. No obstante, la facultad de raciocinio está lejos de ser despreciable e inútil, ha servido y sigue sirviendo para desarrollar la inteligencia humana y resolver incontables problemas de la vida, desde necesidades elementales hasta lograr importantes avances en proyectos ideales y de una fuerte raigambre espiritual. La razón sigue siendo un indicio de que podemos adquirir mayor profundidad intelectual y conocimiento de las cosas y su comportamiento. Aunque las alteraciones dentro del desarrollo del mundo parecen tener un predominante carácter irracional, no podemos abandonar la razón y sus aplicaciones sin destruir nuestra existencia. Ser o no racionales no es una cuestión de voluntad, sino de constitución y delimitación de lo humano, y es desde esa circunstancia que brota la aspiración a relacionarnos de la mejor manera racional con el mundo. No podemos seguir tratando la dimensión cultural y la natural del modo tradicional y conservador, no son esferas separadas sino confundibles, y movilizarnos dentro de su ciclo requiere de mucho ingenio, de retomar aspectos laterales, marginales o divergentes que nos permitan desplegar innovadoramente la razón, para poder determinar la creación de una nueva forma de ser más adecuada a la mudanza del presente.
Los profundos cambios debidos a la cultura del consumo, al incremento de la población mundial, al desarrollo de las telecomunicaciones y transportes, a los avances en la medicina o a la posibilidad de desarrollar cogniciones de orígenes disímiles en espacios tan próximos son sólo algunas menciones de las múltiples y complejas situaciones inéditas en la historia que afectan todas las dimensiones conocidas de la relación hombre-mundo. La razón misma se somete a juicio y tiene que innovar, no sólo operar a partir de signos dados según reglas universales y necesarias, fijas e inflexibles a todo cambio de la realidad. Nuestra época ha comprendido bien que la razón no funciona separada de la imaginación. Es preciso que el pensamiento desarrolle productos de una nueva cualidad que logre la adaptación ideal en la que se funda la supervivencia de todo ser vivo, más allá del bien o del mal, o tanto como lo indiquen.
Desde este panorama es que nace la idea de celebrar un coloquio interdisciplinario, que convoque múltiples perspectivas de un fenómeno complejo que requiere un prolongado y cuidadoso acercamiento desde ámbitos de realidad humana dispares. En este sentido, el proyecto es un medio más para optimizar la actividad teórica del presente.
Justificación
El comité propone subrayar y discutir la relación entre la racionalidad y la capacidad creadora del pensamiento humano. Esta iniciativa se encuentra dentro de una discusión más amplia en la que la racionalidad se está redefiniendo desde distintas perspectivas en miras a ser más humana, concreta, histórica y finalmente práctica. Proponemos como eje central de nuestro examen la idea de racionalidad creativa como posibilidad de ser indispensable o muy importante para participar en la construcción de los distintos tipos de conocimiento. Siendo el componente heurístico, imaginativo, analógico, innovador y resignificativo, entre otros relacionados a la creatividad, bastante valioso para enfrentar las dificultades de un presente cuya historia reciente y conocimiento de sus generalidades exigen un fuerte análisis complejo y selectivo. Se pretende unificar el aspecto heurístico del justificativo, entender de mejor manera el significado de la función analógica y de la sensible, propiciar una visión articuladora de las disciplinas, científicas y artísticas o naturales y humanas.
En este sentido el propósito es determinar si la creatividad es o no parte inherente a la razón humana, para así aportar a las discusiones en torno a la invención, la originalidad, el enriquecimiento por vía de la divergencia y la flexibilidad ante los cambios del mundo. Pero discutir si la creatividad es un producto que sea deseable producir en masa, si es un acto de un espíritu peculiarmente genial, artístico o inventivo que logre unir lo que no ha sido unido antes, o si se trata de una capacidad o habilidad a desarrollar dentro de un modelo explicativo del pensamiento humano, no es el interés principal del congreso, si bien todas estas ideas son posibles conclusiones de sus participantes. De lo que se trata es de dilucidar las conexiones entre la razón y su posibilidad de crear, innovar, optimizar y resolver problemas desde los conocimientos o dominios de distintas disciplinas. Sólo la participación de investigadores, profesores y estudiantes nutridos en lenguajes y conocimientos de diversa índole podría aproximarse a la conformación de las bases para un estudio integral y riguroso de una posible racionalidad creativa y estrechamente ligada a la imaginación.
Por estos motivos nos interesa discutir desde estudios teóricos y prácticos posibilidades y técnicas para el desarrollo de la creatividad de los individuos y esto sólo puede complementarlo un estudio de las ciencias físicas, de las artes, de las ciencias sociales y de la diversidad cultural.
La razón en tanto constructora de un mundo científico y moral, que no puede mantenerse absolutamente invariable, y cuyo cultivo promete tanto dominio como solución de problemas, así como una cantidad virtualmente infinita de descubrimientos, posibilidades sorprendentes y crítica, en un mundo complejo como el nuestro requiere atender las apariciones y ausencias de la creatividad, dentro de las ciencias y de las artes.
De la misma manera, el pensamiento tiene que actualizar sus modalidades de acercamiento y comprensión de su origen: el llamado hombre, hoy quizá, más exactamente individuo. Esta transformación remite a la crisis de las ciencias sociales, no ya como ciencias del espíritu incapaces de legitimarse como las ciencias de la naturaleza, sino como estudios que aspiran a conocer las muchas facetas determinantes del pensamiento y de las condiciones del mismo.
También se busca ser creativos en relación a nuestros muchos encuentros con manifestaciones de lo semejante pero no idéntico, estar preparados para entender de qué forma alcanzamos a reconocernos como fuentes de verdad, a tocarnos e interactuar. Asumir la diversidad de procesos de pensamiento es una cuestión básica para desarrollar un entendimiento en nuestras situaciones sociales.
Objetivos generales
• Clarificar el sentido innovador del presente desde el acercamiento entre los diversos discursos disciplinarios, mediante el diálogo o planteamiento de algunas problemáticas actuales y centrales.
• Ofrecer un espacio para que las disciplinas puedan encontrarse y retroalimentarse.
• Propiciar una discusión interdisciplinaria para trabajar objetos que exceden los dominios de estudio particulares.
Objetivos específicos
• Experimentar con nuevos métodos de trabajo académico
• Difundir el problema de la crisis de la Modernidad
• Acercar a los estudiantes a los problemas de la actualidad ubicándose mejor en el presente desde su quehacer intelectual y práctico.
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